Soy de las primeras mujeres saxofonistas en San Domingo Yolotepec
Nancy Evelyn Pérez Ramírez. Semillero Banda Sinfónica Comunitaria de Yolotepec
Cuando toco mi sax nada me perturba, solo me concentro en la partitura y dejo que el sonido de mi instrumento fluya, como el aire, los más lejos que se pueda, así nos lo cuenta Nancy Evelyn Pérez Ramírez, adolescente de 16 años nacida en la comunidad de Santo Domingo Yolotepec, localidad del municipio de San Miguel Amatitlán, ubicado en la Región Mixteca de Oaxaca. “Soy de las primeras mujeres de mi pueblo en tocar el saxofón. Empecé a estudiar música hace dos años, en el Semillero Banda Sinfónica Comunitaria de Yolotepec, donde niñas, niños y jóvenes nos hemos acercado a la música de una manera muy diferente a la que aprendieron nuestros padres, tíos y abuelos”.
Santo Domingo Yolotepec es un pueblo lleno de tradiciones; en el que la música se siente en todas partes, es el hogar de muchos músicos líricos, quienes aprendieron a tocar un instrumento “de oído” de generación en generación. La apertura del Semillero Creativo permitio que Nancy aprendiera música de manera formal (sustentada en un método de enseñanza), además de que no tuvo ninguna limitante de género o conocimiento musical, a diferencia de otras propuestas que, por tradición, solo admitían a hombres que ya supieran tocar algún instrumento.
“Mi maestro Martín Hernández fue claro con las madres y padres de familia. La música no debe tener límites para nadie dado que los instrumentos solo están clasificados por especialidad musical y por tonos, más no en los que son para mujeres y los que son para hombres; por eso me animé a estudiar el mismo instrumento que toca mi papa: el saxofón alto, un instrumento de aliento-madera infaltable en las bandas de viento oaxaqueñas”, nos comparte.
En la actualidad, en la mayoría de los Semilleros Creativos de música más niñas y mujeres adolescentes elijen tocar instrumentos de aliento-madera (clarinete, oboe y saxofón) o instrumentos de aliento-metal (corno, trompeta, saxor, barítono, trombón y tuba) gracias al impulso de sus maestras y maestros, quienes con una mirada solidaria e incluyente rompen los estigmas que encasillaban a las instrumentistas mujeres solo en algunas especialidades musicales.
Así es el caso de Nancy Evelyn, quien agrega: “Me alegra que haya más niñas tocando en las bandas de viento, pero me gusta dos veces más que haya bandas de puras mujeres como la de Mujeres del viento florido, de Tlahuitoltepec que dirige la maestra Leti Gallardo, son una fuente de inspiración para mí y mis compañeras del Semillero, quienes en una visita a “Tlahui” las escuchamos con atención y mucha emoción. Son ejemplo para nosotras porque con su música nos dicen: no se pongan límites, ustedes pueden”.
Y es que bandas de viento hay muchas en todo el estado de Oaxaca; desde las “carnavaleras” (porque animan con su música estos desfiles); las que se dedican a interpretar corridos y hasta las tradicionales. Y, para la joven saxofonista, lo aprendido dentro de los Semilleros Creativos de música son “enseñanzas para la vida”, pues en cada uno de estos colectivos se promueven valores como la solidaridad, el compromiso, el respecto, y el trabajo en equipo.
“A veces nos enfrentamos a críticas porque algunas personas creen que nuestra música es aburrida o porque imaginan que no tocamos muy bien, pero eso nunca nos ha detenido. Recuerdo una vez que mi maestro enfermó y no pudo llegar al concierto ¡no sabíamos qué hacer!, pero él nos mandó decir que realizáramos la presentación, que si cada uno hacía lo que habíamos ensayado nada podría salir mal… entonces ¡nos atrevimos y lo logramos!”.
“Más que ser una las primeras saxofonistas en mi pueblo, en el Semillero he aprendido a vencer el miedo” afirma Nancy Evelyn, de manera contundente. ¿Y sabes algo más? Hoy día, Evelyn también estudia el trombón y quiere ser Ingeniera Civil.
CBMR